Andrea Santolaya (Madrid, 1982) ha desarrollado un lenguaje fotográfico personal y honesto para retratar la vida de pequeñas comunidades donde destaca la atemporalidad como lazo social. Ya sea con el Ballet Mikhailovsky de San Petersburgo, en Rusia; la etnia warao del delta del río Orinoco, en Venezuela; el mundo del boxeo en los gimnasios de Nueva York, Estados Unidos; o con el centenario equipo de rugby Biarritz Olympique, en Francia. Su trabajo fotográfico permite entablar un diálogo con el espectador al mostrar la intimidad de los lugares, los personajes que lo habitan, la historia y cómo se debate la sociedad en su entorno natural a lo largo del tiempo. La contemplación y la experiencia personal mostrada a través de la fotografía constituyen el hilo conductor que une todos estos proyectos para contar una historia en imágenes.